lunes, 8 de agosto de 2022

Is not the first heart broken!


En los 70s surgieron varias películas que se volvieron un "clásico", incluso algunas fueron el inicio de una saga que todavía hoy sigue vigente.

Así fue el caso de "La Guerra de las Galaxias". Recuerdo que mi papá, con mucha ilusión, me llevó a verla e incluso en una de sus visitas al centro me compró un disco de 45" con los éxitos más importantes de la película (el único que medio me gustó fue una canción que tenía que ver con un bar, pero la verdad ni la recuerdo, es que no fui, ni soy, ni seré su "target"). 

De repente una prima que me llevaba cerca de 10 años, nos llevó a toda la escuinclada a ver "Fiebre de Sábado por la Noche". Salí fascinada. Ver bailar a Travolta fue épico. Me juntaba con mis vecinitas y poníamos el disco (que mi papá NO ME QUISO COMPRAR pero que ellas sí tenían) y sacábamos los pasos que habíamos visto en la película (la cual realmente hoy día estoy cierta que no era apta para una niña de 7 años, pero eran los 70s y no había tantas restricciones).

Poco tiempo después, salió "Grease". No recuerdo cuántos días me llevó convencer a mi papá de que me llevara a verla. Como era muy castrosa, no tuvo opción, yo solo repetía todo el día "quiero ver Vaselina" "quiero ver Vaselina" "quiero ver Vaselina". Salí maravillada. Me encantaron los bailes, las canciones, Dany, pero sobre todo Sandy, la maravillosa Olivia Newton-John. Mi papá salió horrorizado, no habíamos ni avanzado un kilómetro hacia la casa, cuando empezó a darme su sermón "No hija, ninguna mujer debe cambiar por un hombre", "Tan bonita que se veía Sandy con su faldita larga y sus listones en la cabeza", "Muy mal que se puso un pantalón apretado y hasta prendió un cigarro", "El muchacho ya hasta se había puesto un suetercito", ... Pobre papá, me valió "Bertha" su sermón, yo estaba fascinada y nuevamente tuve que conformarme con el disco que tenía alguna de mis vecinas porque para él era "un muy mal ejemplo que no podía validar".

Sin saber inglés, cantaba "Hopelessly devoted to you" y "You're The One That I Want" todo el tiempo. Pasaron los años y cuando empecé a trabajar, fue de los primeros discos que me compré. En ese entonces estudiaba inglés y el "listening" se me complicaba cañón, así que ejercitaba oyendo canciones y anotando las "lyrics". 

Mi pobre hermano se tuvo que chutar mil y un veces "Hopelessly devoted to you" hasta que pude sacar de oido las "lyrics" (todavía no había la facilidad de hoy de entrar a internet y buscarlas).

Debo confesar que esa actividad era más por mi naturaleza obsesiva porque después que tuve identificadas sus "lyrics" completas seguí poniéndola una y otra vez. También escuché y disfruté muchas otras de sus interpretaciones, pero siempre la favorita era "Hopelessly devoted to you".

Ya en los últimos años, mi papá cedió y comenzó a sacar esa canción en el piano, nunca pudimos terminar de montarla, porque la misma enfermedad que se llevó a Olivia, se llevó a mi papá. 

Hoy me entristece que pierda la batalla, pero se que me quedan sus grabaciones y los maravillosos recuerdos que fui hilando junto a esa maravillosa interpretación "... is not the first heart broken. My eyes are not the first to cry ..."

¡Gracias Olivia por acompañarme estas 4 décadas! 

miércoles, 19 de agosto de 2020

Mi abuela, la del suelo

Yo tengo 2 abuelas, una en el cielo y otra en el suelo. Eso era lo que solía decir cuando me preguntaban de niña sobre ese tema.

La del cielo pues no la conocí, murió antes de que mis papás se casaran. Pero la del "suelo" realmente era un personaje.

Nunca fue una abuela tradicional. Era extraña. Cuando era niña, cada vez que teníamos oportunidad, mi mamá me preparaba y me decía "vamos a ver a Tita" (Así yo le decía a mi abuela). Entonces poníamos en una maletita negra una muda de ropa para mí por cualquier accidente, un suéter para ella, algún juguete para que yo me entretuviera y un trapito para limpiar.

Salíamos de la unidad habitacional donde vivíamos a esperar un taxi. Esto podía llevarse hasta media hora. La maletita me servía de asiento cuando me cansaba. Cuando por fin abordábamos el taxi, mi mamá solicitaba "A Villa de Cortés" y nos dirigíamos contentas a ver a Tita.

Llegábamos y pasábamos (mi mamá tenía llave). Cuando mi abuela oía el sonido de la puerta, bajaba de su habitación o de donde se encontrara a saludarnos "Hola hija, voy a salir, pero quédate aquí, regreso al rato, voy al centro / de compras / a una exposición / a ver a una amiguita". 

Después de esa sentencia, mi abuela se terminaba de arreglar y salía apurada. La casa siempre era un desastre. Todo tenía polvo y mugre. Mi mamá sacaba el trapito de la maleta y limpiaba un pedacito de la sala y me decía "Juega ahí, no te salgas de ese espacio porque vas a terminar con la ropa negra de mugre". La desgracia es que no había teléfono en el trabajo de mi papá y mi mamá siempre le decía que al salir de trabajar (como a las 8 de la noche) pasara por nosotras, así que debíamos esperarlo ahí. Solas y aburridas. Cuando nos daba hambre, caminábamos a una fonda cercana bastante mediocre. Y ahí estábamos, esperando que pasaran las horas. 

Mi abuela no regresaba temprano, la mayoría de las veces llegaba después de que mi papá pasara por nosotras, y cuando aparecía antes, solo había un "¿Siguen aquí?" "¿Va a pasar Don José (así le decía a mi papá) por ustedes?".

Y sí, esa era la visita a casa de la abuela, donde el tiempo efectivo con ella nunca excedía los 10 minutos. ¿Alguna vez se le ocurrió que la idea era convivir con ella? ¿Que mi mamá, con todo y que fue una niña a la que maltrató, la quería y deseaba verla?.

No dejamos de hacer esas visitas hasta que nos cambiamos mucho más lejos y fue muy difícil realizar ese trayecto. ¿Porqué insistía mi mamá en ir si no se quedaba con nosotras? Tal vez porque era parte de su relación tóxica, y no importaba cuantas veces nos dejara, mi mamá justificaba la situación y tenía la esperanza que la próxima vez no sucedería.

Tengo más historias sobre sus ausencias, sus sentencias, sus prejuicios y también, siendo justos, sobre sus momentos amorosos y dulces, por que sí los tenía. Pero serán parte de otra historia.

Ojalá desde el cielo pueda ver que hoy, la abrazo con el corazón y que ojalá, en la eternidad, haya comprendido lo que en este mundo se le complicó tanto, que hay que estar presente y ser empáticos para tener relaciones bonitas, ya sea con tus hijos, tus nietos, tus padres, tus hermanos o tu pareja ♥.





miércoles, 1 de julio de 2009

La Chancla que yo tiro... no la vuelvo a levantar

Anoche tomé el Viaducto hacia Aeropuerto a las 7:49 ... estaba lleno y lento, pero así se ve normalmente, así que no me espantó y seguí por esa vía... 8:10... 8:25 .... 8:37 ... a las 9:40 llegué frente al Aeropuerto y ví un trailer sin carga incrustado en un auto ... avancé más y encontré una carambola donde estuvieron involucrados un trailer y un par de autos.

Además de esos percances fui encontrando inundaciones y numerosos charcos que alentaban la marcha de en las avenidas.... (¿no que era un año seco?). Al llegar a mi colonia todo era un caos, camiones de Bomberos y de Protección Civil intentaban liberar de agua de algunas avenidas y calles... y al llegar a mi calle... me encontré que no podía pasar... me estacioné y aunque llovía muy fuerte, quise ver "el recuento de los daños" con mis propios ojos.

Bajé del auto y dí un par de pasos por la calle inundada hasta la banqueta y de pronto ¡zaz! pisé una coladera y me caí de bruces. Afortunadamente solo entró una pierna y la otra quedó afuera ¡pero perdí mi chancla izquierda! Adolorida, mojada y sin una chancla, me levanté y caminé cojeando por los charcos y ríos de agua, ví que quitaron un auto del otro de mi calle y regresé a mi auto para dar la vuelta.

Toda adolorida bajé sin mi chancla. recorrí la banqueta inundada y entré al edificio, pensé que mis vecinos se fijarían en mi facha de rata mojada cojeante, pero nadie me peló, todos trabajaban frenéticamente en el vaciado de la alberca en la que se había convertido el departamento de la planta baja. Subí a mi departamento, me cambié y me puse 2 chanclas (caminar con una sola es poco práctico), y me sumé al batallón... Era una locura... el agua olía a las albercas de Oaxtepec en Semana santa (o sea, a miados)...el color era cafecito... digno de las aguas que analizaba hace años en el laboratorio de aguas residuales... (o sea con caca). Y lo peor era que cubeteábamos y cubetéabamos y parecía no tener fin ... 

Yo no dejaba de pensar... ¡Qué bueno que es año seco! Sino hubiéramos necesitado snorkels para entrar a casa... Afortunadamente pudimos sacar el agua y aunque todo apestaba, comenzaba a normalizarse todo. Nos despedimos y cada quien se fue a bañar a su casa. 

Hoy amanecí totalmente adolorida por la caida, con las rodillas inflamadas... ah! y en realidad el título no es cierto... sí recogí la chancla hoy en la mañana, porque apareció flotando enfrente de mi banqueta....